" Torrent "
…Celui-ci, comme les
autres, est né sur les hauteurs des canopées, sur le lit chaud du feuillage qui
reverdit au soleil. Il est né de l’air et de la lumière, fluides plus
précieux que tout l’or du monde. Lui, chargé de promesses, elle, de tous les
possibles. Lumière qui vient de loin, du feu du ciel, de la chaleur
vitale. Air qui parcourt tous les cieux pour la retrouver chaque jour, du
levant au couchant, avec délicatesse et magnificence.
Goutte après goutte, des
continents d’eau descendent sur Terre pour devenir ruisseaux, torrents, peuples
de fleuves, la mer elle-même. Chaque goutte porte en elle… le
miracle ? le rêve ? … d’une huître, d’un saule, d’une
libellule, d’un lézard, d’un oiseau, d’une baleine, d’un félin, d’une
forêt... Tout ce qui est possibles commence ainsi, dans l’intimité secrète des
arbres.
" Mouvements in situ "
D’innombrables mouvements dans un même
espace. Des personnes et des animaux, certains à peine visibles, se déplacent tranquillement.
Leurs mouvements sont doux, lents, rythmés, libres… l’espace partagé par ces
acteurs involontaires est créé par le plan fixe de la caméra.
Il s’agit de la restitution visuelle
des nombreuses actions réelles et singulières, saisies pendant un temps
déterminé et dans un espace donné. Il n’y a pas de personnages centraux ni de
scènes prédominantes. C’est au spectateur de choisir le ou les personnages et
leurs déplacements sur cette scène particulière.
" Encuentro en la Cima " / " Rencontre au sommet "
La planète Terre que nous connaissons aujourd'hui a
été formée il y a plus de 4 500 millions d'années. Au
cours de ces millions d’années, la Terre a eu de nombreux périodes de
changement géologique, climatique et écologique. La vie,
les écosystèmes et la biodiversité ont apparu très lentement au cours de
ces longes périodes de transformation qui
ont durée des milliers ou des millions d'années.
Il y a 6 millions d’années environs, débute le processus d’hominisation qui
aboutie, il y a seulement 200 mille ans, à l’apparition de l’homme, le
plus grand prédateur de tous les temps. C’est alors qui commence une
période sans précédent de déclin des espèces sur la planète.
"En surface… "
En apparence, riens ne semble différent. Mais en réalité, nous sommes déjà en train de vivre la transformation des conditions de vie sur notre planète. Un processus irréversible est en cour. Il changera le visage de la Terre et les manières de vivre de toutes les espèces végétales et animales, inclue l’espèce humaine. Et pour toutes, la question qui se posse est celle de l’adaptation ou de la disparition.
" Sillage "
Toutes nos actions, individuelles ou collectives, en société ou privées, laissent une trace, une marque visible ou invisible, plus au moins profonde et durable sur notre environnement. Ainsi se construit tous les jours, lentement, le visage du futur …
Discretas o espectaculares, individuales o colectivas, públicas o privadas, todas nuestras acciones voluntarias e involuntarias transforman el lugar en donde vivimos. Dejamos una marca visible o invisible en nuestro entorno, producimos efectos más o menos profundos y durables en nuestro presente y más allá de nuestro horizonte. Cada día, lenta o aceleradamente, construimos así, el rostro de nuestro futuro...
Discretas o espectaculares, individuales o colectivas, públicas o privadas, todas nuestras acciones voluntarias e involuntarias transforman el lugar en donde vivimos. Dejamos una marca visible o invisible en nuestro entorno, producimos efectos más o menos profundos y durables en nuestro presente y más allá de nuestro horizonte. Cada día, lenta o aceleradamente, construimos así, el rostro de nuestro futuro...
" Orage "
Le cycle de l’eau permet ce lui de la vie sur la planète et pour toutes les espèces animales et végétales. Quand l’orage arrive, il annonce la promesse d'un lendemain pour les être vivant et rappelé notre fragilité et dépendance vis-à-vis ce cycle et cette eau inégalement accessible sur la Terre. Sans oublier que 97% de l'eau de la planète est salée et que seulement le 3% est douce ou de faible salinité.
“ El árbol de
agua ”
Hacía ya cientos de años que los últimos bosques habían desaparecido, pero se hablaba aún del árbol de agua. Algunos
pensaban que era una leyenda, otros, el descubrimiento imaginado por algún
viajero y trasmitido de generación en generación. Sabíamos que alguna vez
grandes superficies de la Tierra habían estado cubiertas de bosques y selvas.
Era un mar vegetal donde crecían miles y majestuosos árboles, algunos de casi
60 metros de altura con doseles esplendidos de hasta 30 metros. Bajo ellos,
crecían otros árboles de menor tamaño pero no menos hermoso. Después, cerca del
suelo, había arbustos, líquenes y helechos arborescentes. Los libros y las
imágenes conservados hasta ahora dan una idea de lo que fue ese hermoso manto
verde de mil matices que cubría parte de la Tierra. Pero es imposible imaginar
el extraordinario caleidoscopio de vida que lo animaba, la indescriptible
diversidad de aves y sus cantos, la variedad
inimaginable de insectos y anfibios, los
magníficos mamíferos, roedores y reptiles que entre el cielo y la
tierra intercambiaban vida para mantener en equilibro este universo único,
sensible y frágil, multiplicidad
de paisajes vivientes de colores y sonidos.
Se
decía que el árbol de agua era el último sobreviviente de ese mundo
desaparecido, que se encontraba en un lugar inhóspito donde el
viento levanta gigantescas olas del polvo rojo y gris; donde torbellinos de
calor surcar el suelo hasta la roca o la arena. Un lugar en donde levitan
extensos charcos de mercurio sobre un suelo finamente ajado y lizo como una
piel milenaria. Lo había buscado durante años y había caminado otros más.
Después de tanto tiempo recorrido y cuando la fuerza de mi determinación comenzaba a
flaquear, la primera luz de ese día me ofreció al fin el paisaje desolador
de este lugar olvidado del mundo. En medio de un suelo espectral crecía
lentamente, muy lentamente, el árbol de agua. Era el único de su especie que
había sobrevivido a la destrucción total de un denso y exuberante bosque. En
esta tierra desollada y sin nombre, el árbol de agua era la única memoria que
quedaba de lo que había sido la vida en la antigüedad, el último vestigio de la
civilización cibernética, cuando la voluntad de riqueza pervirtió la
inteligencia hasta la implosión y declive de la especie humana.
“ Nosotros ”
Repetición
incesante de gestos falsamente triviales, ecos de creencias
materializadas en espejismos y en ilusiones narcisistas, comportamientos desplegados en el
espacio y amplificados por el tiempo con efectos inimaginables. Nuestras acciones expresan
la estructura de nuestros pensamientos individuales y colectivos. Los
malestares presentes levantan tormentas de desilusión. ¿Nos habrán privado de
nuestra capacidad para imaginar y construir otro mañana? Las únicas fatalidades son la indiferencia y el conformismo. Rechacemos el opio del consumismo y recuperemos nuestra la
libertad. Lo posible existe en nuestra voluntad creativa. Cultivemos nuestra empatía y nuestra
solidaridad naturales. Dejemos que el arte nos abra los ojos y la mente. No
bebamos más el agua envenenada de la violencia. Aprendamos a ver nuestro mundo
desde la copa de los árboles. Todo lo que hacemos hoy en la tierra sube al
cielo y nos llueva mañana. Podemos negarnos a tener el peor de los mundos.
Podemos ofrecernos mejores días, bellas emociones y el bienestar de otro cielo.
Nosotros, puede ser la fuerza y la unidad de voluntades para crear una mejor forma
de vida.